Marianna Parraga, Reuters

HOUSTON
EnergiesNet.com 10 04 2022

Argentina está en conversaciones con los productores de gas natural del país sobre la financiación de la segunda fase de un gasoducto clave para transportar el combustible a los centros de consumo, dijo a Reuters el ministro de Energía de la provincia de Neuquén.

La falta de equipos de perforación y de transporte desde la enorme región argentina de Vaca Muerta, el segundo yacimiento de gas de esquisto más grande del mundo, está creando cuellos de botella y paralizando la producción de la zona, que recientemente ha alcanzado récords históricos.

Los 2.000 millones de dólares necesarios para la segunda fase del gasoducto Néstor Kirchner podrían obtenerse mediante una combinación de financiación bancaria y privada. La primera fase de la línea comenzará a construirse a finales de este año con fondos estatales.

Los negociadores del proyecto de la segunda fase están explorando la financiación mediante “compras anticipadas de capacidad (de transporte)”, dijo esta semana el ministro de Energía y Recursos Naturales de la provincia de Neuquén, Alejandro Monteiro, al margen de una conferencia sobre energía en Houston.

Las empresas que participan en las conversaciones son YPF (YPFD.BA), Tecpetrol, Pluspetrol, Exxon Mobil (XOM.N), Pan American Energy, Pampa Energía (PAMP.BA), Wintershall Dea y TotalEnergies (TTEF.PA), dijo el ministro.

La primera fase de la línea transportará inicialmente 11 millones de metros cúbicos por día (mmcmd) a partir de 2023, ampliándose a 22 mmcmd a principios de 2024.

La empresa estatal IEASA ha encargado el diseño de ingeniería de la segunda fase, esperando iniciar su construcción en 2024 y ponerla en servicio un año después, añadió Monteiro.

“Para ellos (los productores de gas), la construcción de esa infraestructura es una condición para acelerar la producción”, dijo. “Hay interés en construirla lo más rápido posible”.

DE IMPORTADOR A EXPORTADOR

Para cuando venza el contrato de compra de gas boliviano en 2026, Argentina espera haber resuelto sus problemas de transporte para sustituir esas importaciones por el combustible de Neuquén, que se produce a la mitad del precio que Argentina paga por el gas boliviano.

“No tiene sentido que Argentina siga importando gas a 8-9 dólares (por millón de BTU) si puede producirlo a 4 dólares (por millón de BTU)”, dijo.

Argentina también quiere ampliar las ventas de gas a Chile. Comenzará a exportar en octubre un volumen estacional fijo de 10 mmcmd hasta abril a esa nación, y pretende firmar un contrato de suministro con Uruguay para regularizar las exportaciones de otros 200.000-300.000 cmd.

Su objetivo es conseguir la autosuficiencia energética y superar un déficit comercial que cuesta a Argentina miles de millones de dólares al año, especialmente en importaciones de gas natural licuado (GNL).

Se espera que pronto se presente al Congreso un proyecto de ley de la industria energética para regular el acceso de las empresas a las divisas como parte del sistema cambiario del país, al tiempo que se asegura la estabilidad de los permisos de exportación y un marco para los proyectos de GNL, según Monteiro.

YPF y Petronas, de Malasia, firmaron en septiembre un acuerdo anticipado sobre producción de gas no convencional, transporte y GNL, su segundo intento de alianza.

“Hay un plazo de 12 meses para dar luz verde a ese proyecto de GNL. La idea es tener el marco legal listo para entonces”, dijo el ministro.

Una legislación separada también planea fomentar la inversión en litio, hidrógeno y otras formas de energía verde en Argentina.

Reportaje de Marianna Parraga; edición de Chizu Nomiyama. Traducción realizada por Elio Ohep, Editor EnergiesNet.com

reuters.com 10 03 2022