Stefanie Eschenbacher, Reuters
CIUDAD DE MÉXICO
EnergiesNet.com 23 03 2022
La quema de gas por parte del sector energético en México alcanzó niveles récord el año pasado, mientras que el número de sitios donde se quema gas también aumentó a pesar de las promesas del gobierno de reducir dicha actividad, según demostró una investigación realizada por un importante equipo de científicos.
Esta práctica libera dióxido de carbono, carbono negro y otros contaminantes, así como metano, un potente gas de efecto invernadero que los científicos han relacionado con el calentamiento global. Además, desperdicia recursos aprovechables asociados a muchos yacimientos de petróleo.
México quemó 6.500 millones de metros cúbicos (bcm) de gas en 2021, frente a los 5,8 bcm de un año antes, dijo Tamara Sparks, investigadora del Grupo de Observación de la Tierra de la Escuela de Minas de Colorado, que analizó las imágenes satelitales de la NASA de los sitios de quema para Reuters.
«Las llamaradas alcanzaron su punto máximo a principios de 2021, pero se mantuvieron lo suficientemente altas durante todo el año como para superar a las de 2020, que ya fueron un récord», dijo Sparks.
Los datos del Grupo de Observación de la Tierra también mostraron un aumento en el número de sitios de llamaradas individuales en todo México el año pasado a 181 desde 170 en 2020, dijo Sparks. Los registros en su forma actual comenzaron en 2012.
Las cifras no se habían comunicado anteriormente.
El aumento de la quema con mechurrio emite millones de toneladas adicionales de gases de efecto invernadero, estimaron los investigadores del Grupo de Observación de la Tierra.
Pero la quema en mechurrio es más barata a corto plazo que invertir en costosas infraestructuras para capturar, procesar y transportar el gas para otros usos.
Funcionarios de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Secretaría de Energía han dicho que las prioridades presupuestarias actuales se centran en la exploración y el aumento de la producción de petróleo, así como en dos nuevas refinerías.
Ni Pemex ni la Secretaría de Energía respondieron a una solicitud de comentarios para este artículo.
Pemex, la compañía petrolera estatal más endeudada del mundo, ha estado bajo presión para cumplir con los ambiciosos objetivos de producción de petróleo bajo el presidente Andrés Manuel López Obrador, un nacionalista de la energía, con poca o ninguna inversión privada
Cuando López Obrador asumió el cargo a finales de 2018, México había quemado 3,9 bcm ese año, mostraron los datos. Desde entonces, la práctica se ha disparado incluso cuando la producción de petróleo en México ha caído.
Los datos de 2021 sugieren que, a pesar de las promesas de reducir la quema, y las emisiones de gases de efecto invernadero, México sigue atrasado en un impulso global para la transición a una energía más limpia.
Investigadores y científicos de todo el mundo, incluido el Banco Mundial, que lidera una iniciativa mundial para poner fin a la quema rutinaria para 2030, han advertido que esta práctica contribuye al cambio climático y a la contaminación ambiental.
Pemex ha declarado en recientes informes trimestrales que está quemando demasiado. La infraestructura para tratar el gas asociado a la producción de petróleo es ineficiente, obsoleta o inexistente, ha dicho.
López Obrador ha argumentado que llevará tiempo dar un giro a Pemex y ha acusado a sus predecesores de décadas de mala gestión y saqueo.
Emily Medina, miembro de la Fundación para la Investigación de la Política Energética, dijo que Pemex tiene una obligación social y ambiental de reducir la quema de gas, y que también tendría sentido económico.
«El gas es un producto valioso, especialmente en el actual entorno de precios elevados», dijo Medina. «Podría ayudar a fortalecer la seguridad energética de México».
Reportaje de Stefanie Eschenbacher; edición de David Gregorio de Reuters. Traducción por Elio Ohep, editor@elioohep
reuters.com 22 03 2022