Kevin Crowley and Peter Millard, Bloomberg News

HOSTON/RIO
Energiesnet.com 10 24 2023

La joya de la corona de la adquisición de Hess Corp. por Chevron Corp., valorada en 53.000 millones de dólares, es una parte del preciado activo de su rival mayor, Exxon Mobil Corp.: 11.000 millones de barriles de petróleo frente a las costas de Sudamérica.

Chevron adquiere una participación del 30% en el bloque Stabroek de Guyana, que alberga el mayor descubrimiento mundial de crudo de la última década y uno de los más rentables. La compra ayuda al gigante petrolero californiano a acortar distancias con su mayor rival estadounidense, que posee el 45% del bloque, explota el proyecto y realizó su primer descubrimiento en 2015. La china CNOOC Ltd. posee el 25% restante.

La disposición de Chevron a pagar una prima por Hess, incluso después de que las acciones casi se duplicaran el año pasado, demuestra que las grandes petroleras estadounidenses están dispuestas a utilizar su poder financiero para garantizar el suministro de petróleo a bajo coste a largo plazo. Guyana es atractiva no sólo por la magnitud de sus descubrimientos, sino también por sus costes de equilibrio, que se cuentan entre los más bajos del mundo para nuevas explotaciones en alta mar.

Es uno de los mejores», afirma Marcelo de Assis, responsable de investigación de exploración y producción en América Latina de Wood Mackenzie Ltd. «Todavía hay más por descubrir. «Aún queda mucho por hacer, así que todavía hay potencial de crecimiento».

La producción de petróleo de Guyana está en camino de triplicarse a 1 millón de barriles por día para fines de la década, una rápida expansión para un campo que bombeó su primer barril a fines de 2019. Eso pondría al país de 800,000 habitantes a la par con Angola, miembro de la OPEP, y lo convertiría en uno de los países per cápita más ricos en recursos del mundo.

«Guyana es el mayor descubrimiento en más de una década en esta industria», dijo el Consejero Delegado de Chevron, Michael Wirth, en una entrevista con Bloomberg Television. «Es un activo único y atractivo, y nos resultaría difícil hacerlo por nuestra cuenta».

Wirth y sus homólogos estadounidenses han advertido de que es necesario invertir más en combustibles fósiles, incluso cuando los inversionistas los presionan para que utilicen el efectivo en recompras y dividendos y los políticos piden fuentes de energía bajas en carbono. Ante la reticencia de bancos e inversores a financiar nuevos proyectos, las adquisiciones parecen ser la estrategia a seguir por las petroleras con suficiente poder financiero.

Se espera que la operación, en la que Chevron pagará 1,025 de sus acciones por cada acción de Hess, con sede en Nueva York, se cierre en el primer semestre de 2024. Las acciones de Chevron, con sede en San Ramón (California), cayeron un 3,7% hasta 160,68 dólares en las operaciones de Nueva York, mientras que las de Hess cayeron un 1,1% hasta 161,30 dólares.

A principios de este mes, Exxon acordó comprar Pioneer Natural Resources Co. por 60.000 millones de dólares para superar a Chevron y convertirse en el principal productor del Permian, el mayor yacimiento petrolífero de Estados Unidos. Las megaoperaciones de Chevron y Exxon sitúan a los dos gigantes petroleros estadounidenses en el control de dos de las zonas de producción de más rápido crecimiento fuera de la OPEP: Guyana y el Permian.

Durante décadas, Guyana vivió a la sombra de su vecino mayor, Venezuela, en cuanto a producción de petróleo e influencia. Decenas de pozos perforados en sus aguas poco profundas no dieron resultados, y las disputas territoriales entre ambos países obstaculizaron la actividad de exploración. Justo antes de que expirara su licencia, Exxon decidió perforar el primer pozo de exploración en las aguas profundas de Guyana en 2015, pero su socio en la empresa conjunta al 50-50, Shell Plc, se retiró.

El entonces consejero delegado de Exxon, Rex Tillerson, llamó a John Hess, que accedió a hacerse con una participación del 30% en el bloque y puso el dinero para el pozo Liza 1, bautizado con el nombre de un pez local. Fue un éxito monstruoso, encontrando 90 metros de arenisca impregnada de petróleo que el jefe de exploración de Exxon, Neil Chapman, describió más tarde como un «cuento de hadas». Siguieron docenas de descubrimientos más en el bloque. Otros productores han perforado pozos de exploración en aguas guyanesas fuera de Stabroek, pero hasta ahora no han dado resultado.

«No todas las superficies son iguales en Guyana», afirma Schreiner Parker, responsable para América Latina de Rystad Energy. «Tanto desde el punto de vista geológico como fiscal, existe Stabroek y todo lo demás. Chevron quería Stabroek».

Traducción: Elio Ohep; Editor EnergiesNet

bloomberg.com 10 23 2023