Oscar Medina y Andrea Jaramillo, Bloomberg News

BOGOTA
EnergiesNet.com 29 08 2022

Colombia necesita aumentar los precios de los combustibles y eliminar gradualmente los subsidios, que son una «herencia maldita» del gobierno anterior, según un alto funcionario del Ministerio de Hacienda.

Con los precios actuales, el gobierno estima que gastará el equivalente a cerca del 3% del producto interno bruto este año para mantener bajos los precios de la gasolina y el diesel, que es más o menos lo que gasta en defensa.

El presidente Gustavo Petro, que asumió el cargo este mes, está dispuesto a utilizar parte de su amplio capital político para solucionar el problema permitiendo que los precios suban, según el director de Crédito Público, José Roberto Acosta. Las finanzas públicas habrían disfrutado de un gran impulso por el aumento del precio del petróleo este año, si no fuera por estos subsidios, añadió Acosta.

«Hoy estamos viviendo fiscalmente sin ingresos petroleros», dijo Acosta el jueves, en una entrevista en el ministerio de Hacienda en Bogotá. «El dinero de la bonanza petrolera se ha ido a llenar los tanques de los carros en vez de llenar la barriga de los niños y los ancianos».

Permitir que el precio suba podría ser políticamente arriesgado para Petro. Probablemente sería impopular y sin duda avivaría la inflación, que ya está en su tasa más alta en 23 años. En Panamá, Ecuador y Perú se produjeron recientemente protestas por la inflación, siendo la subida del precio del combustible una de las principales quejas de los manifestantes.

En lugar de permitir que los precios de los combustibles suban en línea con el crudo este año, el gobierno del presidente Iván Duque limitó los aumentos, para mantener baja la tasa de inflación. Esto hizo que el gobierno se endeudara con la compañía petrolera estatal Ecopetrol SA, que debe vender su combustible a un precio artificialmente bajo. Duque dejó el cargo el 7 de agosto.

Píldora amarga

Permitir que los precios suban sería un trago amargo para los conductores colombianos. La gasolina cuesta actualmente unos 9.000 pesos (2,05 dólares) por galón en Bogotá, mientras que sin subsidios su precio subiría a unos 17.000 pesos.

Las deudas del gobierno con Ecopetrol no se incluyen en las cifras del déficit fiscal, lo que las hace parecer artificialmente bajas. Si las cifras del déficit incluyeran los subsidios a los combustibles, el déficit de este año, previsto en el 5,6% del PIB, se elevaría a más del 8%.

Colombia tiene unos 91 billones de pesos de deuda en pesos locales, o el 22% del total, que vence en los próximos tres años. A pesar de esto, Acosta dice que los canjes de deuda «no están entre las preferencias de la actual administración» para abordar el tema.

Los canjes para extender los vencimientos sólo hacen que el problema se prolongue y se traduzca en mayores costos para la nación, dijo, y agregó que el gobierno buscará usar el efectivo disponible en su lugar.

La volatilidad de los mercados externos ha impedido que la mayoría de los países de mercados emergentes -incluido Colombia- emitan deuda en el extranjero este año. La última vez que la nación andina recurrió a los mercados internacionales fue en octubre, unos meses después de perder su calificación de grado de inversión.

El marco fiscal de mediano plazo que dejó el gobierno anterior muestra planes de recaudar 4.400 millones de dólares en el exterior este año.

Acosta, economista y abogado que anteriormente se desempeñó como director de crédito público de la ciudad de Bogotá, dice que si recurrir a los mercados internacionales de bonos sigue siendo demasiado costoso, Colombia buscará otras fuentes de financiación, incluso de prestamistas multilaterales.

Petro es popular entre los colombianos más pobres después de haber prometido gravar a los ricos para pagar un mayor gasto en bienestar social. En su primer día en el cargo, envió al Congreso un proyecto de ley tributaria que pretende aumentar los ingresos en aproximadamente 1,7 puntos porcentuales del PIB.

Los inversionistas extranjeros han seguido acudiendo al mercado de bonos en pesos del país desde la victoria electoral de Petro, algunos de ellos atraídos por los rendimientos superiores al 12% de los títulos a diez años.

Acosta dice que es una señal de que el mercado tomó bien la victoria de Petro. El gobierno de Petro «es absolutamente amigable con el mercado», dijo.

bloomberg.com 26 08 2022