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CARACAS
EnergiesNet.com 06 01 2025
El régimen venezolano está deteniendo a ciudadanos extranjeros, incluidos estadounidenses, como posibles monedas de cambio con la administración entrante de Trump y los gobiernos aliados. Desde finales de julio, más de 50 titulares de pasaportes extranjeros han sido detenidos por las fuerzas de seguridad de Venezuela en medio de una ofensiva contra los opositores que, junto con Estados Unidos, afirman que Maduro robó unas elecciones que perdió. La mayoría de los detenidos se enfrentan a acusaciones de espionaje o terrorismo, segun artículo publicado hoy por el WSJ.
Gonzalo Himiob, abogado de derechos humanos y director de Foro Penal, explica que la captura de extranjeros es una estrategia para forzar a sus países de origen a negociaciones o intercambios. El gobierno venezolano se prepara para una alta confrontación en las próximas semanas y meses.
El creciente número de detenidos, incluidos los más de 2.000 venezolanos detenidos tras la votación del 28 de julio, ha alarmado al gobierno de Biden y a la oficina de Naciones Unidas que se ocupa de las detenciones forzosas y arbitrarias. Han tenido dificultades para obtener de las autoridades venezolanas información sobre los presos.
El último detenido es Nahuel Gallo, un cabo argentino de 33 años detenido cuando viajaba a Venezuela el 8 de diciembre. Acusado de terrorismo, su detención ha enfurecido al presidente argentino, Javier Milei, que la califica de secuestro. Esta medida indica que el mensaje de Venezuela a sus vecinos es que sus ciudadanos también corren peligro si molestan al régimen.
Maduro, a punto de iniciar su tercer mandato, niega que mantenga prisioneros por razones políticas y expresa su deseo de restablecer las relaciones con el presidente electo Donald Trump. Sin embargo, su mandato ha estado marcado por la calamidad económica, las acusaciones de fraude electoral y el éxodo de millones de inmigrantes. Maduro ha utilizado cada vez más a los rehenes como palanca con adversarios extranjeros, de forma similar a las tácticas empleadas por aliados como Rusia, Cuba e Irán.
En 2022, Venezuela liberó a seis ciudadanos y un residente estadounidenses a cambio de dos sobrinos de la esposa de Maduro, que cumplían condenas de 18 años en Estados Unidos por tráfico de cocaína. En diciembre de 2023, Venezuela intercambió a 10 ciudadanos estadounidenses y a un fugitivo de alto perfil buscado por Estados Unidos por Alex Saab, un alto financiero del régimen que se enfrenta a cargos de blanqueo de dinero en Miami.
A pesar de las garantías de Venezuela de que no se detendría arbitrariamente a más estadounidenses, la situación se deterioró tras las elecciones de julio. Los esfuerzos de la oposición mostraron que el oponente de Maduro, Edmundo González, había ganado por un margen de dos a uno. El régimen detuvo a más de 2.200 disidentes políticos y manifestantes, incluidos adolescentes, y rompió relaciones con varios países latinoamericanos que pedían transparencia en las elecciones. Estados Unidos volvió a imponer sanciones y confiscó el avión de Maduro.
En septiembre, las autoridades venezolanas reanudaron la detención de ciudadanos estadounidenses, alegando que formaban parte de un complot para derrocar a Maduro. El Departamento de Estado se ha negado a revelar el número de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, citando preocupaciones de privacidad y seguridad. El equipo de transición de Trump no ha hecho comentarios, pero ha declarado previamente que el presidente electo restaurará la paz a través de la fuerza.
El régimen de Maduro no notifica al gobierno de Estados Unidos la detención de ciudadanos estadounidenses, y el gobierno de Estados Unidos no tiene acceso a esos ciudadanos. UU cerró su embajada en Caracas en marzo de 2019 y desaconseja viajar a Venezuela por el alto riesgo de detenciones injustas.
Himiob de Foro Penal confirma 19 extranjeros detenidos, entre ellos cuatro estadounidenses, junto a ecuatorianos, colombianos, españoles, un ucraniano y un uruguayo. También están detenidos 30 venezolanos con doble nacionalidad, en su mayoría españoles o italianos. Los grupos de derechos humanos afirman que unas 1.800 personas siguen encarceladas.
Foro Penal ha actualizado su manual interno para dar cuenta de una nueva categoría de presos políticos: los rehenes. Muchas detenciones siguen el patrón de hombres extranjeros que viajan a Venezuela para encontrarse con sus parejas o con mujeres con las que han conectado por Internet, detenidos tras cruzar la frontera terrestre desde Colombia. Los detenidos rara vez tienen acceso a un abogado o se enfrentan a un juez, a menudo acusados de terrorismo o espionaje.
Los ciudadanos de países con relaciones hostiles con Venezuela son especialmente vulnerables. Gallo fue detenido en la frontera con Colombia cuando se dirigía a pasar las Navidades con su esposa, María Gómez. El gobierno argentino ha presentado una denuncia ante la Corte Penal Internacional por la desaparición forzada de Gallo, alegando crímenes sistemáticos contra la humanidad por parte de Venezuela.
El gobierno de Milei enfureció a Maduro al entregar un Boeing 747 de propiedad estatal venezolana a las fuerzas de seguridad estadounidenses. La embajada de Argentina en Caracas ha concedido refugio a varios activistas de la oposición venezolana, lo que ha provocado el asedio de agentes de seguridad venezolanos.
Gómez había notificado al Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela los planes de viaje de su marido, pero Gallo seguía detenido. El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, acusó a Gallo de estar en una misión secreta para el gobierno de Milei. Gómez permanece en Venezuela para intentar liberar a su marido, y advierte a otras personas de que no viajen a Venezuela en las circunstancias actuales.
Esta información proviene de The Wall Street Journal.
EnergiesNet.com 06 01 2025
