De confirmarse, el crédito de US$689 millones para la obra de infraestructura en Argentina supondría la reversión de una tendencia a la baja en términos de los desembolsos realizados desde 2015
Pedro Canário, Bloomberg Línea
SAO PAULO
EnergiesNet.com 23 12 2022
La reciente noticia de la solicitud de un crédito de US$689 millones por parte del Gobierno argentino al Banco
Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) para la construcción de una parte del gasoducto
Néstor Kirchner ha reavivado en la memoria de los brasileños una política de desembolsos del banco estatal que
hacía a la la relación del gobierno brasileño con sus vecinos latinoamericanos.
Según cifras relevadas por Bloomberg Línea, este tipo de créditos, para obras de infraestructura en la región, perdió
terreno en el total de préstamos del BNDES entre 2015 y 2021. Se trata de un período que comprende poco más de un
año del segundo mandato de la entonces presidenta Dilma Rousseff, cerca de dos años y medio del gobierno
de Michel Temer y los tres primeros años de Jair Bolsonaro en el poder.
Entre 2015 y 2021, el BNDES desembolsó un total de US$809,9 millones para financiar la exportación de servicios
de ingeniería a 14 países de la región.
En comparación con los siete años anteriores, el descenso fue considerable, en torno al 90%. Entre 2007 y 2014, el
BNDES desembolsó US$7.700 millones para obras en América Latina en esta misma modalidad, período que
abarcó el segundo mandato de Lula y el primero de Dilma.
Argentina es el país que más crédito recibió del BNDES
Entre 2007 y 2014, el país que más crédito recibió fue Argentina, con un total de US$2.700 millones. Entre 2015 y
2021, el país recibió US$77,4 millones – una caída del 97%.
El campeón en este periodo, desde 2015 a la fecha, fue la Venezuela de Nicolás Maduro, con US$210,5
millones. Pero desde 2016, el país ya no recibe empresas brasileñas para sus obras de infraestructura.
Las cifras fueron recopiladas por el BNDES, que hace la divulgación año por año desde 1998, separadas por país de
destino. Todavía no se han publicado los datos correspondientes a 2022.
Postenvío: cómo funciona
Los importes mencionados se refieren a lo que el BNDES denomina la modalidad de financiación “postenvío”.
El banco envía el dinero a la empresa que prestará los servicios en el extranjero, y el país de destino reembolsa al
BNDES, con intereses. Por lo tanto, el banco no envía dinero a otros países.
Es exactamente el tipo de financiación previsto para el gasoducto Néstor Kirchner, que conectará a la formación
de Vaca Muerta con la provincia de Buenos Aires. La semana pasada, la Secretaria de Energía de Argentina, Flavia
Royón, dijo que había obtenido del BNDES una financiación de US$689 millones para la obra.
Gasoducto Néstor Kirchner Obras del gasoducto Néstor Kirchner, en la región de Vaca Muerta, en Argentina. El Gobierno argentino habría obtenido
financiación del BNDES, pero el banco lo niega (Télam)
El banco negó haber aprobado la financiación. En una declaración enviada a Bloomberg Línea, dijo que sólo hubo
“contactos informales” de la Embajada de Argentina en Brasil y empresas brasileñas, sin ninguna solicitud formal. No
se revelaron los nombres de las empresas.
Los US$689 millones representarían una suma notable. Entre 2015 y 2021, Argentina fue el destino de US$77,4
millones en financiamiento “postenvío”. Desde 1998, fue el país que recibió más obras financiadas por el BNDES:
US$3.500 millones en valores no ajustados.
Las cifras se divulgan en función de los desembolsos por año, no por contrato. En otras palabras: el hecho de que un
país reciba una cantidad en un año determinado no significa que la financiación se aprobará ese año o que las
obras se realizarán ese año.
El dinero se envió durante el periodo. Dado que los contratos del BNDES son a largo plazo, puede haber distorsiones
en los datos, que no se recopilan por contrato.
Cambio de actitud y Odebrecht líder
Los datos del BNDES muestran que la política exterior del partido gobernante y del presidente de turno influye
en los desembolsos de la empresa estatal.
El programa de financiación de la exportación de servicios de ingeniería por el BNDES fue creado en 1998, último año
del primer mandato de Fernando Henrique Cardoso. Hasta 2019, el banco había desembolsado US$10.500
millones en este tipo de financiación.
Pero el 88% de los desembolsos fueron entre 2007 y 2015, entre el segundo mandato de Lula y el final del
gobierno de Dilma Rousseff, según una nota divulgada por el BNDES en septiembre de 2019.
En el mismo período, el 98% de las transferencias de dinero del banco se destinaron a cinco empresas, de las
cuales Odebrecht representó el 76%.
A partir de 2016, sin embargo, con el impeachment de la presidenta Dilma y el cambio en la orientación política del
gobierno, con Michel Temer en el poder, y ante la operación Lava Jato, que investigo acusaciones de corrupción, el
BNDES retuvo cerca de US$11.000 millones en fondos, según el banco.
En 2018, año electoral en el que Lula fue inhabilitado por haber sido condenado por corrupción – en una
sentencia posteriormente anulada – BNDES registró morosidad de US$554 millones. Los deudores
fueron Venezuela (US$374 millones), Mozambique (US$118 millones) y Cuba (US$62 millones).
‘Caja negra’
Sin embargo, el mayor cambio en los préstamos se produjo en 2019. Fue el primer año de Jair Bolsonaro como
presidente de Brasil.
Bolsonaro asumió el poder acusando al BNDES de financiar proyectos según la orientación ideológica de los
países de destino de las obras y dijo que había una “caja negra” en las cuentas del banco. Sin embargo, una
auditoría contratada por el gobierno no encontró irregularidades en las cuentas de la empresa estatal.
Durante este período, Venezuela, entonces uno de los mayores “clientes” del BNDES, no recibió ningún proyecto
financiado por el banco. Lo mismo ocurrió con Cuba y la República Dominicana.
Futuro presidente de BNDES
El futuro presidente del BNDES, Aloizio Mercadante, se ha esforzado por difundir el mensaje de que el banco no
volverá a determinadas políticas de los anteriores gobiernos del Partido de los Trabajadores, de Lula.
La noticia de que él dirigirá el banco de desarrollo ha disgustado a inversores y directivos de Faria Lima, que ven en su
nombramiento una señal del retorno de la política económica intervencionista del gobierno Dilma. Mercadante fue
ministro de Educación, Ciencia y Tecnología y de la Casa Civil de Dilma.
El martes (21), Mercadante dijo que el BNDES tendrá “un nuevo papel”, sin dar más detalles sobre el te
estamos volviendo al BNDES del pasado, estamos construyendo un BNDES para el futuro. No hay espacio fiscal en el
presupuesto para financiar el BNDES, hay que buscar nuevas fuentes”, dijo.
Mercadante citó un fondo de la Unión Europea para inversiones en países fuera del bloque que cuenta con 55.000
millones de euros, así como el Fondo Amazonia, cuyos financiadores (Alemania y Noruega) han afirmado que se
desbloqueará cuando Bolsonaro deje de ser presidente.
El futuro presidente del BNDES también dijo que pretende reactivar un fondo de US$10.000 millones de dólares
creado en asociación con China que dejó de ser operado por el actual gobierno.
Según Mercadante, su objetivo en el BNDES es volver a invertir en la industria brasileña – él dijo que el sector
correspondía al 46% de la cartera del banco y ahora representa el 16% – para generar lo que describió como empleo
de calidad e innovación, también sin dar más detalles. También pretende enfocar en la financiación de pymes para
“democratizar el crédito”.
Según él, las micro y pequeñas empresas representan el 29% del PIB brasileño y existen condiciones para duplicar
esta cuota, ya que en Alemania esta cuota alcanza el 70% del PIB, y en Italia, el 65%
bloomberglinea 22 12 2022