Diana Delgado, Argus Media
BOGOTA
EnergiesNet.com 01 12 2022
Las empresas de servicios petroleros que operan en Colombia están disminuyendo sus actividades, ya que algunas empresas de exploración y producción (E&P) están recortando proyectos en medio del aumento de los impuestos y la incertidumbre sobre los nuevos contratos de exploración.
Dos de las cinco empresas de servicios petroleros consultadas por Argus están recortando sus planes, y otras tres dijeron que están esperando las decisiones de las empresas de E&P sobre el presupuesto y los planes de perforación para 2023.
El primer presidente de izquierda de Colombia, Gustavo Petro, ha dicho que dejará de firmar nuevos contratos de exploración de petróleo y gas natural, aunque dos altos funcionarios dijeron recientemente que el gobierno podría reconsiderar la firma de nuevos contratos petroleros. Petro subrayó que el gobierno dará prioridad a los 330 contratos existentes administrados por la agencia nacional de hidrocarburos con empresas privadas y con la petrolera controlada por el Estado, Ecopetrol.
La exploración en 2022 ha superado los niveles anteriores a la pandemia, dijo Nelson Castaneda, presidente de la cámara de servicios petroleros de Colombia, Campetrol. Los pozos de exploración llegaron a 43 a finales de noviembre, frente a los 25 de 2022. Se han perforado unos 377 pozos de desarrollo hasta finales de noviembre, superando los 267 de 2022. La actividad sísmica ya ha superado los 1.800 km².
Pero el sector de los servicios petrolíferos sigue «extremadamente preocupado» por una desaceleración.
«Los inversionistas revisan… la estabilidad económica, política y jurídica», dijo Castaneda. «Si perdemos esa confianza, los inversionistas se van a otros países».
Inclay, un laboratorio que analiza muestras de crudo, dijo que anticipa menos trabajo en 2023 ya que uno de sus clientes, un operador petrolero, ha recortado los planes de perforación. La empresa planeaba inicialmente perforar 12 pozos de exploración, pero ahora planea perforar siete pozos, dijo a Argus Luisa Yepes, gerente general de Inclay.
«El gobierno de Petro está llegando a más de 100 días de gobierno, y han sido los días más difíciles de mi vida», dijo Yepes. «Las perspectivas de trabajo ya han bajado mucho para el próximo año».
Aunque el gobierno cumplirá los contratos existentes de E&P, la incertidumbre ha frenado a las empresas a la hora de contratar equipos especializados para estudios sísmicos, como los que proporciona la empresa estadounidense Seismic Acquisition Systems (Sercel), según Robin Elllis, vicepresidente de ventas y marketing.
«Lo que estamos viendo es que la gente no quiere invertir a largo plazo porque no sabe lo que vendrá en el futuro», dijo Ellis a Argus al margen de una cumbre sobre energía celebrada la semana pasada. Sercel, que ha trabajado en Colombia durante 30 años, dijo que el clima de negocios en Colombia está cambiando drásticamente.
La anterior reforma fiscal obligaba a las pequeñas empresas como Inclay a pagar hasta un 14,5 por ciento de impuesto sobre las ventas cuando éstas superaban los 3.800 millones de pesos anuales (791.700 dólares). Los cambios fiscales que entrarán en vigor el 1 de enero obligarán a Inclay a pagar un 36% de impuestos sobre la renta cuando las ventas superen los 456 millones de pesos. «Esto nos afectará mucho», añadió.
Otras tres empresas de servicios petroleros que declinaron ser identificadas dijeron que están en un «enfoque de esperar y ver» mientras esperan los programas de E&P de las compañías petroleras.
«Esto es una reacción en cadena», dijo un ejecutivo de una empresa de servicios petroleros, que pidió no ser nombrado.
Traducción por Elio Ohep, Editor de EnergiesNet.com
argusmedia.com 11 30 2022