Emiliano Rodríguez Mega y Natalie Kitroeff, NYTimes
CIUDAD DE MÉXICO
EnergiesNet.com 02 10 2024
Claudia Sheinbaum asumió el cargo el martes para convertirse en la primera mujer y la primera persona judía en liderar a México en dos siglos de historia independiente del país.
“Por primera vez, llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación”, dijo Sheinbaum durante la ceremonia de investidura el martes. “Y digo llegamos, porque no llego sola, llegamos todas”.
Miles de personas abarrotaron el Zócalo, la plaza principal de Ciudad de México el martes por la tarde para esperar a que Sheinbaum se dirigiera a sus partidarios.
Licet Reséndiz Oropeza, residente en Tijuana, viajó más de 50 horas en autobús para estar en la capital el día en que una mujer se convertía por primera vez en presidenta del país.
“Es algo histórico”, dijo Reséndiz Oropeza. “Es una alegría que no puedo empezar a describir”.
Sheinbaum, otrora jefa de gobierno izquierdista de Ciudad de México, triunfó en las elecciones de junio con el mayor margen desde que México tuvo su transición a la democracia, y con un amplio mandato para cumplir su promesa de continuar las políticas sociales de su antecesor y mentor político, Andrés Manuel López Obrador.
Pero si bien Sheinbaum llega al cargo con un poder considerable en sus manos, también tendrá que enfrentarse a una variedad de fuerzas que pueden limitarla, en opinión de los analistas.
Hereda un complejo conjunto de retos: el mayor déficit presupuestario en décadas, una crisis de seguridad cada vez más profunda, el mayor flujo migratorio de la historia reciente y un movimiento político díscolo que ha rediseñado profundamente el poder judicial, entre otras instituciones.
Sheinbaum es conocida como una ejecutora capaz, pero no como un talento político trascendente como su predecesor. López Obrador construyó todo un movimiento en gran medida en la fuerza de su carisma y reforzó su enorme influencia con una conferencia de prensa matutina que utilizaba prácticamente a diario para mantener a raya a sus aliados y arrinconar a sus adversarios.
Ahora, el partido que él fundó, Morena, tiene un control casi hegemónico sobre el sistema político del país, con una supermayoría efectiva en el Congreso y el control de la gran mayoría de las legislaturas estatales y gobernaciones.
Pero con su expansión, el partido se ha convertido en una amalgama de facciones dispares que no siempre comparten los mismos objetivos o visiones. Algunos analistas se preguntan si Sheinbaum será capaz de controlar a una coalición tan inquieta.
“Ya no tiene el control del partido como sí la tenía López Obrador”, dijo Fernanda Caso, periodista y analista política, quien añadió que en el mejor de los casos, más que unir al partido, Sheinbaum lograría unificarlo. “Constantemente va a vivir con las luchas internas dentro de su partido, pugnas de poder”.
También hay dudas sobre el grado de influencia que López Obrador ejercerá sobre su protegida. El gabinete de ella está repleto de los aliados de él y el hijo del expresidente, conocido como Andy, fue nombrado recientemente para uno de los puestos más poderosos del partido.
Sheinbaum ha estado cerca del presidente saliente durante décadas y ha insistido en que tendrá las mismas prioridades y políticas que López Obrador, no porque sea su marioneta, sino porque realmente cree en él.
“Ser ideológicamente afín a López Obrador no necesariamente quiere decir que tú vayas a ser manipulada por López Obrador”, dijo Viri Ríos, analísta política.
“Está ejerciendo un liderazgo quizá más silencioso de lo que estamos acostumbrados en la política machista mexicana. Pero ese liderazgo está ahí”.
Esto es lo que hay que saber sobre la nueva presidenta de México.
¿Quién es Claudia Sheinbaum?
Sheinbaum, científica de formación y doctora en ingeniería energética, pasó años entre el mundo académico y la política, donde su carrera ha seguido de cerca el ascenso de López Obrador. Su primera incursión en el gobierno fue como secretaria del Medio Ambiente de Ciudad de México cuando López Obrador se convirtió en jefe de gobierno en 2000.
Años después, participó en un grupo de científicos del clima de las Naciones Unidas que recibió el Premio Nobel de la Paz. Cuando López Obrador llegó a la presidencia, ella ganó la jefatura de gobierno de Ciudad de México, una de las mayores metrópolis del hemisferio.
Sheinbaum, de 62 años, se define a sí misma como “obsesiva” y “disciplinada”. Se le ha descrito como una jefa exigente con poca paciencia para la pereza, alguien capaz de exprimir hasta la última gota de su personal.
Sheinbaum, descendiente de judíos askenazí y sefardíes que emigraron a México en el siglo XX, también es la primera presidenta judía del país, un momento decisivo para algunos y un detalle trivial para otros, que rara vez la han escuchado hablar de su herencia.
Los analistas dicen que el gobierno de Sheinbaum intentará mezclar su enfoque tecnocrático y pragmático de gobierno con la retórica populista de López Obrador. En ocasiones se distanció de las políticas de él. Durante la pandemia se abocó a realizar pruebas de diagnóstico de manera agresiva mientras que él se encomendó a amuletos de buena suerte. Al enfrentar la delincuencia, Sheinbaum invirtió en inteligencia y en la policía mientras que él se apoyó en el ejército.
Pero durante la campaña respaldó muchas de las políticas más contenciosas de López Obrador, entre ellas una serie de cambios constitucionales que según los críticos socavarán gravemente el sistema de controles y equilibrios democráticos. Como resultado, la nueva presidenta ha tenido que luchar contra la percepción que tienen algunos mexicanos de que será poco más que un peón de su mentor.
¿Qué desafíos enfrentará Claudia Sheinbaum?
Sheinbaum se enfrentará a la presión de mostrar avances en la lucha contra los cada vez más poderosos cárteles de la droga, que mantienen su dominio sobre grandes franjas de México. Mientras que los homicidios disminuyeron modestamente durante la gestión de López Obrador, los informes de extorsión y desapariciones se han disparado desde 2018. Los homicidios, incluidas algunas rachas de asesinatos en masa, todavía están cerca de los niveles más altos registrados.
En semanas recientes, la violencia entre facciones enfrentadas del Cártel de Sinaloa ha ocasionado un aumento en las muertes y secuestros en el noroeste de México, paralizando la vida de la gente en ciudades como Culiacán.
Sheinbaum tendrá poco margen de maniobra financiera para cumplir sus promesas de campaña. El déficit presupuestario de México se acerca al 6 por ciento del producto interior bruto, el mayor déficit de los últimos 24 años. Pemex, el gigante petrolero controlado por el Estado, es ahora la empresa petrolera más endeudada del mundo, lo que requiere rescates multimillonarios.
Además, a Sheinbaum le tocará lidiar con las consecuencias de las modificaciones constitucionales que López Obrador impulsó en las últimas semanas de su gobierno. Los críticos advierten que una de ellas, según la cual miles de jueces serán elegidos por votación popular a partir del próximo año, podría erosionar la independencia judicial.
¿Cuáles son los planes de Claudia Sheinbaum?
Además de continuar los proyectos de infraestructura de López Obrador y mantener sus populares programas contra la pobreza, incluido un aumento anual del salario mínimo, Sheinbaum llega al cargo con sus propios planes.
Ha anunciado que todas las mujeres de 60 a 64 años recibirán un pago en efectivo; actualmente las pensiones para la tercera edad se otorgan a las personas de 65 años y más. Ha dicho que la mayoría de los niños recibirán una beca por seguir en la escuela, lo que ampliaría un programa social ya existente. Y, a partir del próximo año, dijo, 20.000 médicos y enfermeras empezarán a visitar los hogares de los mexicanos de mayor edad, un esfuerzo por revertir la gran caída en el acceso a la salud pública de los últimos años.
Sheinbaum también busca ampliar la infraestructura de energías renovables y aumentar el empleo de tecnologías limpias. Al mismo tiempo, ha prometido rescatar la petrolera estatal, sumida en deudas masivas, y respaldar una costosa refinería de petróleo de 16.000 millones de dólares que está lejos de estar completamente operativa.
Luego está el asunto de la seguridad. Sheinbaum ha señalado que permitirá que las fuerzas armadas conserven el poder que López Obrador les otorgó durante su gobierno. Pero también planea crear una nueva agencia de inteligencia, con capacidad para investigar casos penales, y replicar el enfoque de ley y orden que adoptó en la Ciudad de México.
¿Cómo será la relación de Claudia Sheinbaum con EE. UU.
La verdadera prueba de fuego para el liderazgo de Sheinbaum podría llegar a finales de este año, una vez que se conozca el resultado de las elecciones presidenciales en EE. UU.
Una victoria de la vicepresidenta Kamala Harris representaría probablemente una ampliación de la relación del gobierno de Joe Biden con México, que se ha caracterizado por una cooperación tensa pero sostenida para reforzar la aplicación de las leyes de inmigración, luchar contra el narcotráfico y frenar el flujo de armas estadounidenses que impulsan el derramamiento de sangre al sur de la frontera. Algunos funcionarios estadounidenses han dicho en privado que creen que la coordinación en materia de seguridad podría mejorar con Sheinbaum.
Pero un segundo mandato del expresidente Donald Trump podría agravar las tensiones entre ambos países. Trump ha amenazado con imponer aranceles si gana las elecciones. Y ha propuesto utilizar la fuerza militar de EE. UU. contra los cárteles de la droga en suelo mexicano, sin el consentimiento del gobierno de México.
Los planes corren el riesgo de fracturar la relación de Estados Unidos con el gobierno de Sheinbaum y recortar otros tipos de cooperación. Aún así, Sheinbaum y miembros de su equipo han declarado a The New York Times que están dispuestos a trabajar con cualquier candidato que gane las elecciones de EE. UU.
¿Qué significa para México tener una presidenta?
Aunque Sheinbaum ha señalado que su presidencia representa un verdadero cambio para las mujeres mexicanas, su historial como jefa de gobierno de Ciudad de México ofrece una imagen más matizada.
Como jefa de gobierno de la capital, Sheinbaum apoyó la creación de una fiscalía especializada para investigar los feminicidios. Sus programas ayudaron a reducir las muertes violentas de mujeres en 34 por ciento.
Pero también ha calificado de “provocaciones” las manifestaciones en pro de los derechos de las mujeres cuando protestaron contra la violación de una menor a manos de oficiales de policía. Las manifestantes fueron recibidas con uso excesivo de la fuerza por las autoridades bajo su mando, según un reporte de Amnistía Internacional.
Emiliano Rodríguez Mega es un investigador reportero del Times en Ciudad de México. Cubre México, Centroamérica y el Caribe.
Natalie Kitroeff es la jefa del buró de redacción del Times en Ciudad de México, que lidera la cobertura de México, Centroamérica y el Caribe.
nytimes.com 02 10 2024