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CIUDAD DEL VATICANO
EnergiesNet.com 02 01 2024
El Papa Francisco sigue con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad por las autoridades. Al término de la oración mariana del Ángelus en el primer día del nuevo año 2024, el Obispo de Roma manifestó su cercanía en la oración.
A la oración insistente invitó también a todos los presentes en la Plaza de San Pedro y a todo el Pueblo de Dios, mientras que espera que “siempre busquemos el camino del diálogo para superar las dificultades”. “Recemos hoy por Nicaragua”, subrayó.
Al menos 14 sacerdotes, dos seminaristas y un obispo han sido detenidos en los últimos días. El Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, expresó su proximidad a las familias y comunidades de los presbíteros.
No es la primera vez que el Papa invita a orar por la nación centroamericana. El 12 de febrero de 2023, por ejemplo, hizo público su dolor por la situación de Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, quien fue condenado a 26 años de prisión sin el debido proceso por los delitos de conspiración, difusión de noticias falsas, obstrucción a la justicia y desacato a las autoridades, en prisión desde el pasado mes de febrero tras permanecer bajo arresto domiciliario desde agosto de 2022. En dicha ocasión, el Santo Padre invocó la intercesión de la Virgen María para que «abra el corazón de los responsables políticos y de todos los ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz que nace de la verdad, de la justicia, de la libertad y del amor y se alcanza mediante el ejercicio paciente del diálogo”.
Nicaragua: detienen sacerdote tras la misa del último día del año
Se trata del padre Gustavo Sandino, párroco de la diócesis de Jinotega. Al menos 14 sacerdotes, dos seminaristas y un obispo han sido detenidos en los últimos días. El cardenal Brenes expresó su cercanía a las familias y comunidades de los sacerdotes. En algunas iglesias no se celebraron las misas programadas y se pidió a los fieles que regresaran a sus casas.
El padre Gustavo Sandino, párroco de Nuestra Señora de los Dolores, fue detenido ayer, 31 de diciembre, después de la misa dominical celebrada en Santa María de Pastasma, en la diócesis de Jinotega, Nicaragua. Así lo informaron fuentes locales y lo confirmó a 100% Noticias la abogada exiliada Martha Patricia Molina.
En Managua, por su parte, el padre Fernando Téllez Báez, párroco de Nuestra Señora de las Américas, fue secuestrado en la madrugada de ayer, y el padre Jader Hernández, párroco de la Madre del Divino Pastor, en la noche del 30 de diciembre.
En los últimos días han sido secuestrados al menos 14 sacerdotes, los dos seminaristas Alester Sáenz y Tony Palacio y el obispo de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, quien fue detenido tras rezar por monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, condenado a 26 años de prisión sin el debido proceso.
Ayer, el Cardenal y Arzobispo de Managua, Leopoldo José Brenes Solórzano, durante la Misa en la Catedral expresó su cercanía «a las familias y comunidades que en estos momentos echan de menos a sus sacerdotes», invitando a todos a permanecer «fuertemente» unidos en la oración. «La unidad eclesial», dijo, es «nuestra fuerza». «Con María, nuestra madre, al pie de la cruz», concluyó Brenes, «que el Señor nos consuele y nos muestre su misericordia».
Mientras tanto, la abogada Molina dijo en rueda de prensa que había recibido información de que ayer en algunas iglesias no se celebraron las misas programadas y se pidió a los fieles que regresaran a sus casas. Por el momento se desconoce si los sacerdotes de estas parroquias fueron aprehendidos.
Hasta el momento, ni el gobierno ni la policía han confirmado ni desmentido la detención de estos clérigos.
Representantes del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos afirmaron que Nicaragua se aleja «cada vez más» del Estado de derecho y de las «libertades fundamentales» al perseguir a «líderes políticos e indígenas, miembros de la Iglesia católica, activistas y periodistas» con «repetidos casos de detención arbitraria».
Sacerdotes en Nicaragua: la oleada de detenciones no cesa
Otros seis sacerdotes fueron detenidos la noche del 29 al 30 de diciembre: todos pertenecen a la archidiócesis de Managua. Dos de ellos están enfermos y necesitan atención médica. En los últimos días, 11 sacerdotes y el obispo de Siuna, Monseñor Isidoro Mora, han acabado en la cárcel.
Simplemente desean estar entre su gente para vivir y anunciar el Evangelio con coherencia y libertad y acaban en la cárcel. La oleada de detenciones de sacerdotes no parece detenerse en Nicaragua.
Según informes de la abogada exiliada Martha Patricia Molina y de fuentes de la oposición, en la noche del viernes 29 al sábado 30 de diciembre, la policía detuvo a otros seis sacerdotes, todos ellos pertenecientes a la Archidiócesis de Managua: Se trata de Miguel Mántica, párroco de la Iglesia de San Francisco de Asís, Silvio Fonseca, vicario de la Comisión de Familia, Vida e Infancia de la Arquidiócesis, Mykell Monterrey, párroco de Nuestra Señora de la Candelaria, Ismael Serrano, párroco de San Miguel Arcángel, Gerardo Rodrígues, párroco de la Iglesia de la Purísima Concepción, y Raúl Zamora, párroco de la Iglesia de la Divina Misericordia. Hay especial preocupación por dos de ellos, Serrano y Rodrígues, porque están enfermos y necesitan atención médica.
En días anteriores, otros cinco sacerdotes habían sido detenidos y el Obispo de Siuna, Monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, puesto bajo arresto tras orar por Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, condenado a 26 años de prisión sin el debido proceso por los delitos de conspiración, difusión de noticias falsas, obstrucción a la justicia y desacato a las autoridades, en prisión desde el pasado mes de febrero tras permanecer bajo arresto domiciliario desde agosto de 2022.
Una situación que ya ha sido denunciada por la Alta Comisionada Adjunta de la ONU para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, según la cual Nicaragua se aleja «cada vez más» del Estado de Derecho y, en particular, «de las libertades fundamentales, agravando el sufrimiento de la población, alimentando el éxodo de los jóvenes y socavando el futuro de las instituciones democráticas». Las autoridades de Managua», afirmó Al-Nashif, «siguen persiguiendo a quienes pueden aportar una visión alternativa a la esfera pública, como dirigentes políticos e indígenas, miembros de la Iglesia católica, activistas y periodistas», con «repetidos casos de detención arbitraria contra quienes ejercen sus libertades fundamentales».
vaticannews.com 01 01 2024