Por Rubén Aguilar Valenzuela
Exposición
La muestra se compone de 114 fotografías y 32 piezas de joyería realizadas por Flor Garduño (Ciudad de México, 1957). Se ordena en seis secciones temáticas:
1) En el camino del ayer. La artista ha viajado por muy diversas comunidades de México y el mundo, en las que captura: rituales, cosmogonía, oficios, juegos y vida cotidiana. Su acercamiento se caracteriza por construir un lenguaje poético y narrativo a partir de traducir encuentros en imágenes artísticas.
2) Ritualidades. La visión de la artista está ligada a la experiencia humana, en particular la que se relaciona con las tradiciones y ritos comunitarios, que marcan atributos comunes de las sociedades en todas las latitudes.
3) Construcción del instante. La mirada captura la esencia de un suceso que no va a volver a ocurrir. La artista capta de manera creativa el mundo presente, en el que las narraciones del pasado se actualizan y permiten lecturas sobre aquello que nos es conocido de una manera distinta.
4) El cuerpo y la magia. Al retratar al cuerpo se congela la condición humana y el ser se convierte en corporalidad. La artista utiliza en su trabajo la luz para crear, mediante claroscuros, atmósferas en las que los cuerpos desnudos se muestren en relación con el mundo natural y la mitología.
5) Tiempos suspendidos. En las fotografías de la artista el tiempo parece quedar detenido en la retina de la persona que contempla, en la que los objetos parecen narrar sus propias historias, desnudarse en su esencia para cuestionar qué es real y qué es ficción.
6) Paisajes construidos. Estos hacen alusión a un lenguaje que proviene de la comprensión de lo que se ve, del amor por el objeto, la persona, el animal, la planta. Sus fotos cuentan historias que van más allá de las imágenes y forman así, una unidad con el espacio.
A estas secciones se añaden las piezas de joyería, que se exhiben en dos vitrinas. Ery Cámara, la curadora de la exposición junto con la artista, dice que no es una retrospectiva, pero sí una revisión de 45 años de trabajo. Las fotografías están impresas con la técnica llamada giclée que es a partir del carbón y logra un registro muy preciso de las imágenes.
La muestra exhibe una selección producida a lo largo de más de 40 años de trayectoria, conformada por 114 fotografías y 32 joyas diseñadas por la artista. (florgarduno.com
Comentario
Senderos de vida es una exposición que ofrece una revisión y análisis crítico de la trayectoria de más de cuatro décadas de Flor Garduño. En su trabajo, realizado con un gran rigor técnico, siempre está el propósito de producir algo estético desde su peculiar punto de vista.
La fotógrafa, estudió artes visuales en la Antigua Academia de San Carlos, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue asistente de Manuel Álvarez Bravo (1902-2002), discípula de Kati Horna (1912-2000) y colaboró con Mariana Yampolsky (1925-2002).
Los críticos señalan que los rasgos característicos de su obra poseen una gran fuerza expresiva, que son el resultado de un ejercicio de libertad creativa que oscila entre el mundo real y la ficción. En las cuatro salas donde se encuentra la obra, organizada en las seis secciones temáticas, se pueden ver retratos, paisajes, bodegones, desnudos, imágenes construidas. Todas obras en blanco y negro de gran dramatismo. Son imágenes preconcebidas, construidas con mucho cuidado. La exposición me impresionó. La disfruté. Pude ver en conjunto la trayectoria de la artista.
La exposición termina el 2 de junio, Museo del Palacio de Bellas Artes Ciudad de México. |
ruben@miscuadernos.com.mx 23 05 2024 |