Patricia Tapia Cervantes, Forbes MX
CIUDAD DE MÉXICO
EnergiesNet.com 07 04 2023
Aunque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) será quien opere las plantas compradas a Iberdrola, la propiedad de éstas se mantiene en manos de privados, por lo que no se trata de una nacionalización de la industria como lo señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) informó que si bien se va a contar con financiamiento público, legalmente la propiedad de las centrales y la gestión del fideicomiso será privada, ajena al Gobierno Federal y a la CFE.
“Esta venta no representa una nacionalización de la industria, ni cambia la operación del Mercado Eléctrico Mayorista, únicamente cambia la propiedad de una canasta de centrales entre privados”, puntualizó el think tank.
La venta de las plantas de Iberdrola fue a un fideicomiso privado con participación mayoritaria del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y otras instituciones públicas mexicanas, gestionado por Mexico Infrastructure Partners (MIP), dijo el IMCO.
Hasta el momento se desconoce a cuánto asciende la participación de las entidades públicas, así como la composición del capital del fideicomiso que gestionará estas centrales.
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El gobierno de AMLO ha dicho que con la adquisición de las plantas de Iberdrola, el porcentaje de generación eléctrica bajo control de la CFE se incrementará de 39.6% a 55.5%.
“No obstante, es necesario subrayar que la mayor parte de esta generación ya está bajo control de CFE, dado que los PIEs ya forman parte de la matriz de generación de la empresa a través de la subsidiaria CFE Generación V”, destacó el IMCO
Es decir, la CFE no está incrementando su participación de mercado en la generación eléctrica, pero sí pone en riesgo su rentabilidad, añadió.
“La operación de las plantas por parte de la CFE abre la puerta a que la empresa estatal expanda las condiciones de su contrato colectivo de trabajo a los trabajadores de las nuevas centrales, y pone en riesgo su rentabilidad en el mediano y largo plazo, dadas las condiciones establecidas desde la renegociación de 2020 que redujo en 10 años la edad de retiro”, explicó el IMCO.
Para el centro de investigación es necesario cuestionar la conveniencia de asignar recursos para adquirir centrales eléctricas mayoritariamente ancladas en combustibles fósiles a costa de inversiones que aceleren la transición energética en el país.
Mientras que para Iberdrola, esta transacción se da en un contexto que busca reducir gradualmente la huella de carbono en su matriz de generación eléctrica y centrar sus inversiones en tecnologías bajas en emisiones, consideró el organismo.
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“En noviembre de 2022, la empresa anunció el objetivo de invertir 47 mil millones de euros (51 mil millones de dólares) en proyectos de infraestructura de redes y generación renovable en un plazo de tres años. En este sentido, la venta le permite liberar capital invertido en proyectos fósiles de mayor antigüedad a nuevos proyectos de energías limpias”, apuntó el IMCO.
forbes.com.mx 07 04 2023